Blogia
Las Pequeñas Paranoyas de Motagirl

Experimental XX

Experimental XX

 

La joven princesa se levantó, aturdida, del frío suelo de marmol del suelo del salón de su palacio. Acababa de ser abofeteada en su propio reino, delante de sus propios súbditos. Sintió como si aquello hubiera sido una señal que le indicaba que su tiempo habia acabado, que debía marchar. Salió por una de las oscuras puertas escondidas, que solo unos pocos conocían y nadie había usado durante cientos de años. Titubeó un instante, cuando sintió el tacto frió de la nieve sobre su cuerpo sin abrigar. Miró atrás y no volvió a dudar. Corrió por el camino y se perdió en la sombra.

 

Un fuerte golpe de lanza lo tiró de la silla de su caballo. El joven guerrero se levantó aturdido, recomponiendo su armadura. Había sido derrotado. No quería comprender lo que aquello significaba. Derrotado. Dejó que el aire entrara en sus pulmones mientras cerró los ojos hacia el cielo. Sus lagrimas se mezclaron con la lluvia. No le quedaba más remedio que huir, huir hacia donde el cielo besaba al horizonte.

 

Ella corrió durante muchas lunas. Habitó con los lobos y erró por las estepas y entre los unicornios. Caminó por los caminos que el invierno había trazado caprichosamente, sobre la fina capa de hielo que se quebraba bajo sus pies desnudos, hiriéndolos, dejando un leve reguero de flores de sangre a su paso.

 

Él caminó muchos dias, bajo el sol. Anduvo entre los árboles medio congelados, alimentandose de los cada vez más escasos frutos que crecían con el frio. Durante mucho tiempo, creía llegar a alguna parte y , sin embargo, seguía estando tan enmedio de la nada como al principio. La desesperación se iba adueñando de él, y la esperanza lo abandonaba, lentamente pero sin pausa. Así transcurrió el tiempo hasta que un dia, viendo inutil su camino, cayó de rodillas en el suelo, se hizo un ovillo y se quedó inmovil, dispuesto a dejarse morir.

 

La princesa se encontraba perdida en sus pensamientos. Podía ver el fin, y sin embargo, quería resistirse a pensar que todo acabaría así. No quería detenerse, pero su cuerpo ya no tenía fuerzas para moverla. Aguantó durante algún tiempo, pero su mente iba siendo vencida tambien, poco a poco. Se desplomó sobre la nieve. Quiso cerrar los ojos y no volver a abrirlos jamás.

 

Los pensamientos ahogaban al guerrero. Se preguntaba cuánto tardaría en morir, si sería doloroso, si pronto tendría alucinaciones. De pronto, sintió el sonido de un cuerpo al caer, muy cerca. Levantó su cansada mirada y pudo ver una bella dama, seguramente una princesa en otro tiempo, que yacía sobre la nieve. Con sus ultimas fuerzas, se incorporó y se arrastró hacia ella.

 

Ella abrió los ojos. Pudo ver a un hombre, quizá un caballero, que la miraba atentamente y con curiosidad. Su mirada era cálida, era luz, y luchaba por abrirse paso en las tinieblas de su corazon, queriendo vencer todos sus demonios. Se preguntó quién sería aquel guerrero y por qué se encontraba en aquel lugar, pero realmente no le importaba. Al menos no lo suficiente. Rodeó su cuello con los brazos y dejó que él la alzara.

 

El joven guerrero cogió a aquella joven y la abrazó, intentando darle un poco del calor que todavía poseía, intentando salvarla de las garras del frio. Sentía la necesidad de hablarle, de preguntarle quién era y por qué se encontraba moribunda en aquel lugar. Bajo su oído sentía, cada vez mas cerca, el aliento todavía cálido de la princesa. Luego pudo distinguir la suavidad de sus labios helados, y el tacto frío de sus dientes. De pronto, un escalofrío recorrió su espalda. El dolor se hacía más fuerte, nacía en su cuello y recorría todo su cuerpo. Miró hacia abajo y pudo ver como un charco de sangre (¡la suya propia!) se formaba bajo sus rodillas.

 

Ella empezaba a sentir como la vida fluía por sus venas. Le gustaba la sensación. Sonrió. Dejó caer el cuerpo de aquel muchacho, que sin saberlo había dado su vida por ella. Levantó la mirada contra el cielo y dejó que el aire frío de aquella noche invernal jugueteara con su pelo, antes de decidir cuál camino tomar. Seguiría hacia adelante, siempre hacia adelante, donde el cielo besa al horizonte.

 

7 comentarios

Kondor -

Am, tonces se explica 3D (no es tres Dé, es un emoticono, girar la cabeza y lo vereis XD )

Kondor -

A veces las circunstancias de una vida hacen crueles las necesitades de otra.

El mundo está helado bajo los pies de ambos personajes, y ambos están moribundos...
La princesa-drácula se mantiene viva, pero sigue en un ambiente hostil. Intentará por encima de todo sobrevivir a su propio infierno.
...

Vas mejorando, pero le falta algo...quizá continuidad, sin tantos cortes, el relato parece hecho a base de fotogramas en algunas partes. Pero me gusta ;)

Ksiqno -

Me ha encantado :D

chú -

suyo

LoKiTa -

q bonito!!!!!
es tuyo? o es de algun libro?

chú -

Maldita.
Yo no estoy para cosas tristes.
Supuestamente felices.
Pero yo la veo triste
>