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La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera

Ayer terminé de leer  La Insoportable Levedad del Ser, de Milan Kundera. Es un libro que llevo viendo desde pequeña por las estanterías de mi casa, pero el título me sugería que sería un plomazo épico... así que hasta que Peibol no me lo recomendó no me puse manos a la obra con él.

Milan Kundera nació en la República Checa en 1929, país en el que su obra fue prohibida entre 1968 y 1975 debido a su crítica contra el comunismo. De  hecho, La  Insoportable Levedad del Ser fue publicada en Francia en 1984, pero hasta 2006 que esta novela no se publicó en la República Checa.

La  base y eje central de La Insoportable Levedad del Ser es la historia de amor de Tomás y Teresa, ambientada en  Praga entre los años 60 y 70. Tomás es un  médico divorciado y con miedo a las mujeres, que evita enamorarse y prefiere dedicarse a sus múltiples follamigas amantes. Por el contrario, Teresa es una camarera de pueblo, terriblemente celosa, y bastante frágil. Tras conocerse por un increíble combo de casualidades (concretamente, siete) y contra todo pronóstico, se hacen pareja, a pesar de que él es incapaz de abandonar a sus amantes, especialmente a Sabina, una pintora (a la que también se dedican unos capítulos). Por todo esto, el concepto de "historia de amor" hay que entenderlo como entrega, sufrimiento, miedo,celos, traiciones, etc. Cada parte del libro (de las que hay siete), nos cuenta una parte de la historia desde el punto de vista de un personaje.

Aparte de las historias de parejas, hay un combo de reflexiones personales del autor sobre filosofía, metafísica, existencialismo, historia de la música, filología, lingüística y curiosidades en general. Pero sobre todo lo demás, flota una crítica directa al comunismo  en general, y a los rusos en particular.

Y ahora, un cacho de ejemplo:

Franz sabe que en nuestro tiempo se considera ridículo apagar la luz mientras se hace elamor, y por eso deja encendida una pequeña lámpara encima de la cama. Pero cuando penetra a Sabina, cierra los ojos. El gozo que le inunda requiere oscuridad. Esta oscuridad es pura, limpia, sin imágenes ni visiones, esa oscuridad no tiene final, no tiene fronteras, esa oscuridad es el infinito que cada uno de nosotros lleva dentro de sí. (¡En efecto, quien busque el infinito,que cierre los ojos!)
En el momento  en que siente que el gozo se extiende por su cuerpo, Franz se estira y se diluye en el infinito de su oscuridad, él  mismo se vuelve infinito. Pero cuanto mayor se vuelve un hombre en  su oscuridad interior, más disminuye en su apariencia externa. Un hombre con los ojos cerrados es una ruina de hombre. A Sabina le desagrada esa visión, no quiere mirar a Franz y por eso cierra también los ojos. Pero esa oscuridad no significa para ella el infinito, sino simplemente la disconformidad con lo que ve, la negación de lo visto, el  rechazo a ve
r.

Otro:

Las tazas de water en los cuartos de baño modernos se elevan  del suelo como flores blancas de nenúfar. El arquitecto hace todo lo posible para que el cuerpo olvide sus miserias y el hombre no sepa qué pasa con los residuos de sus entrañas cuando rumorea por encima de ellos el agua violentamente salida del depósito. Los tubos de la canalización, aunque llegan con sus tentáculos hasta nuestras casas, están cuidadosamente ocultos a nuestra vista y nosotros no sabemos nada de la invisible Venecia de mierda sobre la cual están edificados nuestros cuartos de baño, habitaciones, salas de baile y parlamentos.

Y otro que me hizo reir :P

A Beethoven, la frase "es muss sein!" le sonaba cada vez más majestuosa, como si la pronunciara el propio Destino. En el idioma de Kant, hasta el "buenos días" con la entonación precisa, puede adquirir el aspecto de una tesis metafísica.

3 comentarios

Reichel -

mmm, este libro promente, me lo pillaré en algún momento de mi vida, me encanta la mezcla que hace de:
"filosofía, metafísica, existencialismo, historia de la música, filología, lingüística..." grrr

Debiarko -

Ahí, ahí, que se joda la Venecia de mierda.

Pagó con su propio cheque el chico checo.

Juanma -

Me ecantaron las citas, otro más a "La pila".