Cerveceando ando: Gallepanes de cebada
¿Recordáis que estamos haciendo cerveza y sequé el grano gastado sobrante para poder utilizarlo para cocinar? Pues por fin ha llegado el momento de usarlo :)
En la web de Brooklyn Brewshop hay bastantes recetas, pero la mayoría usan el grano en forma de harina. Como todavía no me he podido hacer con un molinillo, me limité a ojear las que usaban el grano sin moler. Y di con esta receta de "buttermilk biscuits". No tenía muy claro qué clase de repostería es una "biscuit" (sólo se que no es una galleta como una "cookie" jaja) así que no sabía muy bien lo que iba a salir del experimento. No os lo cuento todavía para no hacer espoiler ;)
Como dato científico/curioso, esta receta usa tanto "baking powder" (levadura química, la típica de Royal) como "baking soda" (bicarbonato), que siempre me han dicho que "si una receta lleva de uno, no lleva del otro". ¿Sabíais que depende del resto de los ingredientes? Si nuestra receta tiene ingredientes ácidos (como el limón, el yogurt o el buttermilk), necesitaremos añadir el bicarbonato (alcalino) para que reaccione y genere burbujitas de CO2 que "levantarán" la masa. Si teneis curiosidad por este asunto, o no teneis claro cuándo usar uno u otro, en esta página está bastante bien explicado.
Por otro lado: el buttermilk. Leyendo, leyendo, me salía este ingrediente por todas partes, sobre todo en recetas americanas de repostería. ¿Qué rayos es el buttermilk? Resulta que es un subproducto lácteo más, muy típico en otros países, resultante del procesado de la nata para obtener mantequilla. En algunos supermercados como Aldi o Lidl, podeis encontrarlo en la zona de yogures y mantequillas como "suero de mantequilla" o similar. ¡Pero también se puede hacer en casa! Simplemente es necesario exprimir medio limón en un vaso de leche y dejarlo reposar media hora. Verás que toma una consistencia algo más espesa, casi como yogurt líquido. ¡Y también se puede hacer con leche de soja! (y así lo hice yo)
Aclarado todo esto, vayamos a la receta (la original está aquí). Necesitarás:
- 1 vaso y medio de harina
- 1 vaso de cebada
- 4 cucharaditas de levadura química
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de sal
- 4 cucharadas de mantequilla (fría, partida en cubos)
- 1 vaso de queso rallado
- 1 vaso de buttermilk (agitado)
En primer lugar, precalienta el horno a 230ºC.
Mezcla la harina, la cebada, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Corta la mantequilla en cubitos. Añádela a la mezcla y "amasa" con las manos.
Agrega el buttermilk, y sigue amasando hasta que se mezcle bien. Al final, tiene el aspecto, textura y consistencia de la ensaladilla rusa jaja
Llega el momento de hornear: Coloca una hoja de papel de cocinar (papel vegetal) sobre una bandeja de horno, y reparte varios "pegotes" de masa. Puedes hacerlo más bonito usando moldes de galleta.
Hornea a 230ºC durante 15 minutos.
Déjalos enfriar un poco...
Mi primera impresión fue que tenían una pinta muy chunga... ¡Pero eso no me echó para atrás a la hora de probarlos! A ver, a ver...
¡Vaya! ¡Pero si están buenos! Crujientitos por fuera, blanditos por dentro. Pero no me termina de quedar claro si es más bien galleta o más bien pan. Por eso lo llamo... ¡gallepán! (breadscuit). No son perfectos ni de lejos, pero creo que es una receta que repetiré. Los hemos comido solos (aunque estaban un poco sosos porque me faltó queso) y usándolos como panecillos rellenándolos de companaje. Os dejo un video que he grabado para que podais ver un poco la textura que tienen.
Pues eso, una receta un poco "especial" porque no tenía ni idea de lo que estaba cocinando, sólo sabía que iba a tener fibra por un tubo jaja. Por cierto, ¡la semana que viene ya embotellamos la cerveza!
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