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Las Pequeñas Paranoyas de Motagirl

Literatura Experimental

Experimental XXIX (pinturas de guerra)


¡Levanta!


Corre, prepárate, ¡ya comenzó el combate!
No necesitas un arma, sólo tu ansia de victoria.
Grita, cierra los ojos, vence al enemigo.
Hoy el Mundo va a saber quién manda.
Usa tus pinturas de guerra: Hoy vas a hacer Historia.

Experimental XXVIII

 

 

( All Angels Gone - (Stephen H.) )

 

El mar. El sonido de la lluvia sobre las hojas secas. Tus ojos. Una mariposa azul.

Un violín en la oscuridad. Suaves besos. El aire que nos envuelve. El roce de tu piel.

Cálidas lágrimas de alegría rodando por mis mejillas. Tu aliento en mi oído. Complicidad.

Un abrazo junto al fuego. Tus huesos contra los míos. Tus manos trenzando mi pelo.

Devoraría tu alma sólo por tenerte siempre conmigo.

 

 

Experimental XXVII

Experimental XXVII

Quizá despiertes un día y te des cuenta de que no eres quien dices ser.

Que todos tus amigos no existen. Que el amor no es real. Que los ángeles caen como pájaros heridos.

Quizá despiertes un día y descubras que en lugar de tu cuerpo solo hay aire.

Que el azúcar es amargo. Que nunca tuviste nada. Que tu vida no ha tenido sentido.

Quizá despiertes un día y te des cuenta de que estás muerto.

Experimental XXVI (Haiku I)

 

 

Oscura noche.

Niebla entre los árboles:

destellos de luz.

 

(¿Alguna vez has regalado un rayo de luz?)

(Miralo bien, este es mi regalo)

 

Experimental XXV

Baila conmigo, bajo la lluvia, abre tus ojos, ¿lo ves? esta vez hemos ganado.

Siente como late tu corazón cuando saltamos, gritamos y nos unimos en un mar de adrenalina.

Nada puede romperlo, nadie puede comprenderlo y ahí está, existiendo donde nada se ve, donde nada más cabe.

Estás en la lluvia golpeando la ventana, en el suave tacto de la seda, en el embriagador perfume del sándalo. ¿Deseas algo más? Es Dios mismo quien me lo pide.

Déja surgir de tu interior en un espasmo, coge aire y olvídate de vivir. Ahora no eres humano, sólo eres un animal, una fiera, un ser dispuesto a todo para vencer. Este es tu último instante, es EL instante. ¡Ruge!

¿Lo oyes? Es el sonido del triunfo, el sabor de la victoria. Creeme, hoy ya ganamos.

 

 

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Hecho real y 20%inspiratorio:

 

Cartel: "Obtén aquí tu permiso para tenencia de animales peligrosos"

- Vamos a entrar, que lo necesito.

- ¿? Tú no tienes ningún animal peligroso.

- ¿Cómo que no? ¿Y entonces tú que eres?

Experimental XXIV

 

- ¿Y tú qué? ¿Eres de los que me aman o de los que me odian? ... ¡Calla! No resondas. En serio, no lo hagas. No necesito que me mientas. Soy de las que creen que tus actos dicen más de tí que tus palabras. Así que no es necesario que intentes engañarme. Sé que no quieres reconocerlo, que te jode que sea así, y que te gustaría mentirte también a tí mismo. Pero no hace falta, tus actos me han dicho ya todo lo que necesitaba saber. Y no te voy a mentir, me gusta. Además, a mí sólo me interesan los vivos. Y tú ya estás muerto.

 

*BANG*

 

 

(oscuridad)

 

 

 

Experimental XXIII

Experimental XXIII

 

Quiero cantar bajo la lluvia.

Quiero gritar y que sólo el vacío escuche mi dolor.

Quiero saltar dentro de los charcos, llenar mis heridas de barro, reirme del futuro.

Quiero caer sobre la hierba mojada, rodar sobre ella, sentirme libre.

Quiero vencer a la mano invisible que oprime mis pulmones, hacernos una y alejarla de mi.

Quiero llorar en medio de la noche tormentosa, ser infinitamente pequeña y sentir que la oscuridad me rodea y me arropa.

Quiero saber que la madera mojada tambien se pudrira, que las flores se secarán despues de la lluvia, que yo tambien me hundiré con el amanecer.

 

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jueves: Mayormente soleado 31 °C | 20 °C

viernes: Parcialmente soleado 30 °C | 20 °C

sábado: Parcialmente soleado 29 °C | 20 °C

domingo: Parcialmente soleado 28 °C | 19 °C

 

Experimental XXII

 

Solo decir que no me gusta como ha quedado xD La idea sí, pero no el cómo lo he he escrito. Eah, falta de costumbre, estaba tiempo sin escribir, y encima tenía una serie de.. uh.. "liimitaciones morales" ^^U De hecho, lo tenia en papel, y al transcribirlo me estaban dando ganas de darme cabezazos con el teclado,juas xD So, go on:

 

Él abrió los ojos. Estaba atado a una silla, en medio de un descampado. A lo lejos podía ver las luces de una ciudad. No sabría decir cómo había llegado hasta allí. Mirando a su alrededor la vió, sentada en el suelo, sobre una piedra.

-¿Me has atado tú? ¿Por qué lo has hecho?

Ella se levantó, sin contestar, y se acercó a él, lenta y torpemente, arrastrando los pies.

- ¿No contestas?

Ella se sentó sobre él, a horcajadas, dejando su cara muy cerca de la de él. Le acarició el pelo, susurrándole al oido:

- ...cabréame...

- Joder, estás loca...

Ella tocó su cara, poco más que una caricia.

Él empezó a sentirse realmente incómodo:

- ¿Qué vas a hacerme?

- Esta vez va a ser diferente...

, dijo ella, y golpeó su cara.

Él no lo había esperado, asíque no había podido esquivarlo. Cuando iba a abrir la boca para preguntarle el por qué, otro golpe vino desde el otro lado.

Incapaz de articular palabra, observaba pasmado cómo ella iba creciéndose sobre él, golpeando cada vez más fuerte y con más frecuencia.

- ¡¡ Dijiste que tú eras distinto a los demás, que no cambiarías, que no te alejarías de mi!!

Él no podía contestar. Sentía que estaba comenzando a sangrar (¿Cuándo le habían crecido a ella aquellas uñas?)

Ella seguía golpeando más y más fuerte. No podía parar, estaba fuera de control.

Él sabía que se estaba desvaneciendo, que estaba a punto de perder el conocimiento. Haciendo acopio de sus últimas fuerzas, agarró el cuerpo de ella, lo atrajo hacia sí y justo antes de dejar de moverse, le susurró al oido:

- Espero no molestar más...

Ella se calmó nada más durante un instante. Enseguida volvía a sentir que su cuerpo estaba lleno de ira, que no podía hablar, ni llorar: sólo seguir abofeteandolo y gritarle "Te odio!! Te odio!!"

Pasaron las horas.

Estaba cansada. Su cuerpo había dejado de responder hacía un buen rato, y el dolor muscular era grande.

Se levantó.

Él ya no respiraba.

Aunque sabía que ya estaba muerto, y lo que iba a hacer no estaba bien, no podía resistirse a la tentación. Volvió a acercarse a él, despacio, le miró a la cara... y le dio una patada en la boca. El cuerpo cayó al suelo. No sabía decir por qué, pero ahora se sentía mejor. Sonrió. Realmente era una situación muy extraña.

FINAL ALTERNATIVO #1:

Se sentó en el suelo, sobre una piedra, observando su cuerpo inerte y (suponía) frío. Estuvo allí mirándole yacer, hasta que se aburrió. Si, ya lo tenía muy visto. Se levantó, estiró sus brazos ,llenó sus pulmones con el aire fresco de la noche y comenzó a caminar. Adelante, siempre adelante.

La luna brillaba sobre ella, redonda, perfecta.

FINAL ALTERNATIVO #2:

Se sentó en el suelo, sobre una piedra, observando su cuerpo inerte y (suponía) frío. Estuvo allí, mirándole yacer, hasta que sintió que había llegado el momento.

El cielo se abrió sobre ellos, dejando pasar un gran rayo de luz que iluminó el cadaver. Ella suspiró resignada, se levantó y se acercó al cuerpo. Lo movió con un pie.

- Eh. Eh tú. Cosa. Despierta. Venga, respira.

Él empezó a removerse:

- ¿Qué, qué ha pasado? ¿Dónde estoy?

Él se toca la cara: ve sus manos llenas de sangre.

- ... ¿Qué me has hecho?

- Nada. Simplemente estás muerto.

- ...¿Perdona?

Como respuesta, ella extiende sus alas, hasta entonces ocultas, blancas y plumosas. Celestiales.

- Joder... ¿qué es eso? Esto... yo.... .... ¿eres un ángel?

- Soy mejor qué un ángel.

- ¿Una diosa?

- Anda, cállate y deja de decir estupideces.

Ella se acerca, y lo toma en sus brazos, levantándolo del suelo.

- ¿Qué coño estás haciendo?

No obtuvo respuesta. Ella comenzó a elevarse sobre él suelo, con él, hacia la luz.

- Oye.. esto no puede estar pasando... No estoy muerto. Y además no creo en Dios. Esto no es posible...

- Estás muerto. Y respecto a lo otro...

, dijo ella, poniéndose un parche pirata en el ojo.

-¿Qué? Entonces, todo esto...?

- Cállate. Vas a flipar.

Sobre ellos, en la fuente de Toda La Luz, un volcán de cerveza resplandecía con un aura divina: El Cielo.

 

Experimental XX

Experimental XX

 

La joven princesa se levantó, aturdida, del frío suelo de marmol del suelo del salón de su palacio. Acababa de ser abofeteada en su propio reino, delante de sus propios súbditos. Sintió como si aquello hubiera sido una señal que le indicaba que su tiempo habia acabado, que debía marchar. Salió por una de las oscuras puertas escondidas, que solo unos pocos conocían y nadie había usado durante cientos de años. Titubeó un instante, cuando sintió el tacto frió de la nieve sobre su cuerpo sin abrigar. Miró atrás y no volvió a dudar. Corrió por el camino y se perdió en la sombra.

 

Un fuerte golpe de lanza lo tiró de la silla de su caballo. El joven guerrero se levantó aturdido, recomponiendo su armadura. Había sido derrotado. No quería comprender lo que aquello significaba. Derrotado. Dejó que el aire entrara en sus pulmones mientras cerró los ojos hacia el cielo. Sus lagrimas se mezclaron con la lluvia. No le quedaba más remedio que huir, huir hacia donde el cielo besaba al horizonte.

 

Ella corrió durante muchas lunas. Habitó con los lobos y erró por las estepas y entre los unicornios. Caminó por los caminos que el invierno había trazado caprichosamente, sobre la fina capa de hielo que se quebraba bajo sus pies desnudos, hiriéndolos, dejando un leve reguero de flores de sangre a su paso.

 

Él caminó muchos dias, bajo el sol. Anduvo entre los árboles medio congelados, alimentandose de los cada vez más escasos frutos que crecían con el frio. Durante mucho tiempo, creía llegar a alguna parte y , sin embargo, seguía estando tan enmedio de la nada como al principio. La desesperación se iba adueñando de él, y la esperanza lo abandonaba, lentamente pero sin pausa. Así transcurrió el tiempo hasta que un dia, viendo inutil su camino, cayó de rodillas en el suelo, se hizo un ovillo y se quedó inmovil, dispuesto a dejarse morir.

 

La princesa se encontraba perdida en sus pensamientos. Podía ver el fin, y sin embargo, quería resistirse a pensar que todo acabaría así. No quería detenerse, pero su cuerpo ya no tenía fuerzas para moverla. Aguantó durante algún tiempo, pero su mente iba siendo vencida tambien, poco a poco. Se desplomó sobre la nieve. Quiso cerrar los ojos y no volver a abrirlos jamás.

 

Los pensamientos ahogaban al guerrero. Se preguntaba cuánto tardaría en morir, si sería doloroso, si pronto tendría alucinaciones. De pronto, sintió el sonido de un cuerpo al caer, muy cerca. Levantó su cansada mirada y pudo ver una bella dama, seguramente una princesa en otro tiempo, que yacía sobre la nieve. Con sus ultimas fuerzas, se incorporó y se arrastró hacia ella.

 

Ella abrió los ojos. Pudo ver a un hombre, quizá un caballero, que la miraba atentamente y con curiosidad. Su mirada era cálida, era luz, y luchaba por abrirse paso en las tinieblas de su corazon, queriendo vencer todos sus demonios. Se preguntó quién sería aquel guerrero y por qué se encontraba en aquel lugar, pero realmente no le importaba. Al menos no lo suficiente. Rodeó su cuello con los brazos y dejó que él la alzara.

 

El joven guerrero cogió a aquella joven y la abrazó, intentando darle un poco del calor que todavía poseía, intentando salvarla de las garras del frio. Sentía la necesidad de hablarle, de preguntarle quién era y por qué se encontraba moribunda en aquel lugar. Bajo su oído sentía, cada vez mas cerca, el aliento todavía cálido de la princesa. Luego pudo distinguir la suavidad de sus labios helados, y el tacto frío de sus dientes. De pronto, un escalofrío recorrió su espalda. El dolor se hacía más fuerte, nacía en su cuello y recorría todo su cuerpo. Miró hacia abajo y pudo ver como un charco de sangre (¡la suya propia!) se formaba bajo sus rodillas.

 

Ella empezaba a sentir como la vida fluía por sus venas. Le gustaba la sensación. Sonrió. Dejó caer el cuerpo de aquel muchacho, que sin saberlo había dado su vida por ella. Levantó la mirada contra el cielo y dejó que el aire frío de aquella noche invernal jugueteara con su pelo, antes de decidir cuál camino tomar. Seguiría hacia adelante, siempre hacia adelante, donde el cielo besa al horizonte.

 

Experimental XIX (El Genio de la Inconsistencia)

Experimental XIX (El Genio de la Inconsistencia)

 

 

El Genio de la Inconsistencia se acercó flotando hasta el oido izquierdo de la Pequeña Mota:

- ¿Qué haces, Pequeña Mota? - le susurró.

- Pues... me disponía a tender la ropa - le respondió la Pequeña Mota, apurada por la inesperada intromisión.

- ¿Tender la ropa? ¿Olvidas la secadora? - le volvió a susurrar el pequeño Genio.

 

La Pequeña Mota miró a esa especie de fauno (bajito, gordito, barbudo y desnudo de cintura para arriba) que planeaba sobre su hombro.

-Pero... ¿tú quién eres? - le preguntó la niña, asombrada.

- ¿Yo? Yo soy el Genio de la Inconsistencia - respondió el pequeño fauno, hinchado de orgullo.

- ¿El Genio de la Inconsistencia? - repitió ella

- Sí, mi niña, y puedes notar mi presencia cada vez descubras que las cosas son mejores de lo que pensabas. Cogerás aire lentamente recreándote en la realidad y desviarás tu mirada a la izquierda, con tus ojos casi en blanco, en un ligero tick. Así sabrás que yo estoy contigo. Y ahora... ¡me voy!

- ¡Adios, señor Genio! ¡Escribiré sobre usted hoy en mi diario!

 

Experimental XVIII (sueño)

Experimental XVIII (sueño)

Abrió los ojos y pudo ver como se acercaba lo que mas deseaba y temía en aquel momento. Intentó incorporarse un poco en la cama, pero una cariñosa caricia en su nuca fue suficiente para impedirle pensar o reaccionar. Cuando volvió a ser consciente de la situación, sólo podía ver sus finos labios acercándose lentamente a su boca.

Fue breve y poco o nada intenso, pero sabía que jamás iba a ser capaz de olvidar aquel tacto frío que tanto dolor había hecho nacer en su corazón hasta el punto de partir su alma en dos. Mientras duraba aquel perfecto beso, todos los momentos felices de su vida pasaron lentamente por su cabeza, uno tras otro.

El daño estaba hecho. En aquel momento se sentía levitar. No había sido tan grave, ni tan duro. Podría vivir con ello. Sin embargo, de pronto , otro recuerdo avanzó fugazmente hacia ella. No fue algo tangible ni que pudiese describir, tan solo un pequeño rallo de memoria que la hizo sentirse dividida una vez más. Ella supo que una vez ya se había sentido así y había estado a punto de morir.

Y la felicidad, aquella que había llegado a su punto álgido tan solo unos segundos antes , estalló dentro de su alma, dejandola a solas con su conciencia.

 

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REMEMBER: http://motagirl.blogia.com/2005/020801-carta-a-mi-conciencia.php

 

"hola pekeña hija de puta, no te escondas, se que estás ahi. De hecho, SIEMPRE estás ahi, escondida en algun lugar de mi cerebro...te imagino como una pequeña yo, chiquitita y susurrante...Te portas muy mal contigo, ¿sabes? siempre estás ahi, junto a tus amigos Arrepentimiento e Ira.... no me dejais en paz, aunque no os llame estáis ahi, sobre todo tú...pequeñita pero ejerces un poder casi total sobre mi, no te soporto, preferiría no tenerte....Me torturas con tus opiniones, no puedo hacerte callar, haga lo que haga, bueno o malo, siempre estarás ahi para no dejarme sentir bien...eso nunca! Si lo que hecho es bueno, me dices ’estás segura de que es bueno? Es bueno para todos o solo para ti? podria haber sido mejor? El fin justifica los medios?’... y si lo que he hecho es malo, me torturas con ’eres una mala persona! deberias verte! das asco! haces sentir mal a la gente! deberias morir!’...Ahora me haces pensar sobre mis impulsos... suelo obededcer mis impulsos... cuando m preguntan ’piensas las cosas antes o despues de hacerlas???’ nunca sé que responder....las pienso antes, durante y despues. (sobre todo despues, gracias a ti, pequeña zorra)...

(.....)

Sabes que te odio,Conciencia....y ojalá no estuvieses ahi.Eres un pesado fardo con el que ojala no tuviese que cargar. Sabes perfectamente cuales son mis puntos debiles y te ensañas en ellos.Me caes mal.Ojala desaparezcas.
Atentamente, tu amiga y compañera mota."

Experimental XVII (sueño)


Esta historia es un poco diferente a las demás. ¿Por qué? Pues porque procede de un sueño un poco diferente a los demás.
Sí. Ambos personajes son reales (osea, que existen),tanto la chica como el chico. Sin embargo, en mi sueño, el personaje en primera persona era el chico, osea que yo estaba soñando como si fuera él. (Sí, es un poco rayante)
Y, además, esta vez os voy a pedir un pequeño favor: escribid un final alternativo. He dejado la historia por el momento en el que desperté.
Si la siguiera yo, no tendría gracia, porque el placer de los sueños radica en que nunca sabes por dónde van a salir.
Asíque eso, leed y postead vuestro final alternativo/objetivo (excepto chu, que ya sabe quienes son los personajes xD pero tambien te dejo que escribas tu version :P)
No dejeis que esta historia tenga ese cutre-final!!




Conforme iba acercándose a la verja de la casa de acogida, sentía cómo su corazón iba latiendo cada vez más rapido.
No le gustaba demasiado el aspecto de aquel lugar , todo el mundo sabía que en realidad era una especie de reformatorio,
donde un montón de chicas vivían medio hacinadas y eran cuidadas por las monjas.
Antiguamente había sido una iglesia, o eso parecía decirle el edificio que se alzaba detrás de la vetusta verja y el pequeño jardín. aquel era el último lugar en el que le quedaba por mirar, y podía sentir su presencia muy cerca, como si pudiera todavía mantener el olor de su piel despues de aquellos seis largos años que habian pasado.
Se asomó por detrás de los barrotes, observando a una de las monjas, que seguía con cuidado a una de las chicas, que andaba
tambaleándose. De pronto, ella se volvió.
Algo tembló y se rompió dentro de él. Bajo las arañazos , todavía podía sentir que aquel era el rostro que había estado viendo en sueños durante todo el tiempo. A pesar de las heridas, sabía que seguiría siendo la piel más suave que jamás habia tocado.
Quiso gritar, quiso gritar pero no pudo, sentía un nudo en su interior. Empezó a trepar por los barrotes, consiguiendo hacer que el nombre que llevaba tanto tiempo repitiendose, saliera al fin de su garganta.


-"¡MOTA! ¡MOTA!"

Ella le miró, y él supo que ella también le había reconocido.



Entraron al interior del destartalado edificio. Por dentro era incluso peor que por fuera. Siguió a ambas (la monja no los había abandonado ni un segundo) hasta el cuartucho que ella habitaba: una cama destrozada, paredes llenas de recortes de periódico, un armario desordenado.
Cuando estuvieron a solas, se atrevió a mirarla. Era realmente obvio que el caballo la había mermado y dejado hecha un auténtico despojo, pero seguía siendo ella.
Él se sentía incapaz de empezar una conversación medianamente normal, así que preguntó lo primero que le vino
a la mente:

-"Bueno, y... ¿has tenido mucho sexo ultimamente?"
-"¿Tú qué dirías? Estos últimos años no he tenido más remedio, sí. ¿Y tú qué?"
-"Pues ya ves. Acabo de salir de la cárcel. No he tenido muchas ocasiones de... bueno, ya sabes"




Experimental XVI

 

y qué dificil es estar donde deberías y no donde te gustaría.

y qué dificil es actuar como debes y no como tus impulsos te sugieren, animar a los demás cuando quien más lo necesitas eres tu. Sonreir en el momento justo.

y qué dificil es todo cuando lo único que deseas es acurrucarte entre las mantas y dormir. Dormir como no lo has hecho nunca. Dormir hasta que el sol te despierte suavemente. Dormir como los pájaros. Dormir.

 

Experimental XV

 

Y de pronto sientes como los recuerdos vienen hacia ti de muy lejos, suben por tu espina dorsal y llegan a tu cabeza, donde explotan y estalla el caos. Ya no hay calle ni coches, solo estáis tú y ellos. Sientes cómo desfalleces, intentas sostenerte en pie, pero solo lo consigues porque una persona está alli, sujetandote. Realmente no importa quien sea, ahora tu mente se encuentra a muchos años de distancia de este dia, pero en el mismo lugar. Ese lugar, que no parece el mismo. Y , sin embargo, interiormente nada ha cambiado. Ya no eres tú. Ya no podrias decir donde acaba lo real y empiezan esos recuerdos, que acechan siempre detras de las mismas esquinas, por más que intentas desterrarlos definitivamente.

Hoy la luna no brilla y la lluvia te empapa. Tampoco eres capaz de hablar, los recuerdos te sujetan la boca y te atenazan los pulmones. Esa persona que está a tu lado te abraza, te da su calor, se funde en uno con su silencioso dolor. No sabes por qué intima razon te inspira otros sentimientos muy distintos, más calidos, más puros, más inexplicables. Sabes cuál es la respuesta que está esperando, pero tu boca se niega a decirlo. "Ojalá se hubieran conocido". Y tu dolor es muy simple pero dificil de explicar. Es duro saber que todo eso existe porque existe en tu mente. Si tú lo olvidases, olvidases todos esos momentos y esas personas, incluso tus propias virtudes y defectos... todo desaparecería. Nadie lo recordaría jamás.

Y esos recuerdos, que vienen hacia ti de muy lejos, que suben por tu espina dorsal y llegan a tu cabeza, estallan en crudas lagrimas bajo la lluvia.

 

 

Y yo te quería, aunque en tus ultimos dias quiza no era capaz de demostratelo.

Y quiero pensar que estás en el cielo y que descanses en paz, porque alli nadie necesita sillas de ruedas.

Experimental XIV

Experimental XIV

 

 

"no puedes hacerme esto" - pensó él ,desesperado, mientras se agarraba la cabeza entre ambas manos - "no ahora. no en este momento de mi vida"

" y bien?" - le preguntó ella.

El se desplomó en el suelo, sintiendo como dos sentimientos que creía tener controlados, se enfrentaban dentro de él. Por un lado, el deseo. Por otro, la razón. Hasta ese momento siempre había ganado el segundo, sin embargo, esta vez la victoria no era tan clara.

Sobre la enorme mesa, ridiculamente pequeños para lo mucho que implicaban, un par de folios parecían burlarse de su sufrimiento.

Apenas diez minutos antes, se habia considerado el hombre más íntegro, el más equilibrado y tranquilo sobre la faz de la Tierra. Sin embargo, desde que lo habian ido a buscar a su hogar, donde creia tener todo bajo control, algo se revolvia en su interior. No esperaba nada bueno del sitio a donde lo llevaban, pero eso era más de lo que suponia. Allí, arrodillado sobre el frio suelo de marmol, a cuadros blancos y negros cual tablero de ajedrez, se sentía como un simple peón, un peón arrinconado al que le ofrecen la posibilidad de cambiar su papel en el juego. Allí, arrodillado sobre el frio suelo de marmol, con el pelo sudado y revuelto, nadie habria dado nada por él.

Y sin embargo, alli enfrente estaba ella, ofreciendole absolutamente todo, todo lo que jamas habría podido abarcar con su mente, todo lo que habia deseado alguna vez y todo lo que su imaginacion ni siquiera habia podido inventar.

Tampoco habia esperado encontrarla en aquel lugar, y mucho menos en esa posicion. Seguía pareciendo la princesa que habia conocido, pero su rostro (largos años oculto a su vista) le contaba la verdad: había ganado la guerrera. No era alguien a quien le gustara enfrentarse en aquella situación. Y sin embargo, así era. Su presencia. Había podido sentirla mucho antes de entrar en aquel gran salon, mucho antes de sentarse en sillon y mucho antes incluso de que ella pusiera un pie en la sala.

¿Cuántos años habian pasado? ¿quince? ¿veinte? no.. tantos no... pero todavía irradiaba ese "algo" que lo habia hecho caer a sus pies nada más cruzar un par de palabras.

Y a sus pies, literalmente, se encontraba en ese momento. Ella podía alzar uno de sus pies ("el izquierdo", pensó él) y pisotearlo sin demasiado esfuerzo. "y no solo de modo literal", se dijo a sí mismo. Una vez había sido él el que habia tenido el poder, algo totalmente nímio en comparación con lo que se le ofrecia en aquella ocasión. Ahora, ella mandaba y él lo sabía. Él , y todas aquellas personas que había encontrado en el edificio. Una sola palabra de ella y su vida se convertiría en el mismisimo infierno.

Todas aquellas personas eran vestigios de un pasado anterior, muy anterior a todo lo que queria recordar. Todas las caras le eran conocidas, y todas las caras bajaban la mirada , conocedoras del posible destino que le aguardaba. Entre todas personas, él se sentía la piedra angular, la pieza que explicaría todo. Y lo único que deseaba era irse a casa.

-¿y bien? - había preguntado ella.

 

Incapaz de articular una palabra, alzó su temblorosa mano derecha. Alguien le puso en ésta una pluma. Otro alguien le acercó aquellos papeles que instantes antes le sonreían burlonamente desde la mesa, y ahora se reían abiertamente de él.

 

Por primera vez en su vida, sus deseos habian ganado a la razon.

Experimental XIII


Filtro... bien.
Carburador... bien.
Delco... bien.
Filtro de aceite... bien.
Lubricante... bien.
Niveles... bien.
Refrigerante... bien.
Y sin embargo, no funciona.
Una presencia a su espalda.
Una respiracion en su oido...
...y una cálida y dulce voz: "el cable verde con el negro"
Se gira.
Mira.
Y la nada le devuelve la mirada.

Experimental XII

 

PARTE 1:

siente mi ira en forma de colmillos oprimiendo tu cuello, siente la impotencia del querer y no deber, desear y no tener, dar y obtener en la sombra.

llora conmigo la desgracia de esta luz que nos ilumina, este sol que nos protege, esta claridad que nos deja ver.

vamos a dejarlo todo a un lado, sigamos el camino que se hunde en las entrañas de la tierra, que nos aparta de los demas, que nos marca y nos señala.

no sabes nada

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PARTE 2:

dame tu fuerza, no me dejes caer.

dame tu luz, se mi sol, cubreme con tu claridad.

mantenme en tu camino.

no sabes nada

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PARTE 3:

se que puedo conseguirlo.

esta vez puedo.

yo puedo.

YO PUEDO!!

Experimental XI

 

Abrió los ojos, molesto por la gran cantidad de luz que inundaba el lugar. intentó deshacerse inutilmente de las cuerdas que lo sujetaban, aunque ya sabia que era imposible. Ella seguia en el suelo,atada e inconsciente. Intentaba no pensar las circunstancias que le habian hecho llegar hasta alli, pensando en cada detalle, preguntandose si alguna decision podria haberles evitado aquella situacion.

Una mujer encapuchada ("distinta a la del dia anterior", pensó él) entró por la puerta, y , situandose a su lado, comenzó a darle una especie de sopa viscosa, mientras se dedicaba a ignorar metódicamente todas sus preguntas.

La tarde transcurrió sin más novedad, simplemente con la unica vision de la pared como entretenimiento.Cerró los ojos, y se durmio.

Abrió los ojos, molesto por la gran cantidad de luz que inundaba el lugar. intentó deshacerse inutilmente de las cuerdas que lo sujetaban, aunque ya sabia que era imposible. Ella seguía en el suelo, pero habia despertado de su letargo.Seguía atada, pero le miraba con esa sonrisa de autosuficiencia que él detestaba y deseaba a la vez, y le miraba fijamente a los ojos.

"Tu sabes por qué estamos aqui, verdad?"-inquirió él

"Claro. Y tu sabes que una sola palabra mia bastaria para condenarte o salvarte"-respondio ella

Él miró al suelo, sabía que ella estaba en lo cierto.Suspiró. No ocurrió nada mas en toda la mañana.

Una mujer encapuchada ("distinta a la del dia anterior", pensó él) entró por la puerta, y , situandose a su lado, comenzó a darle una especie de sopa viscosa, mientras se dedicaba a ignorar metódicamente todas sus preguntas.

La tarde transcurrió sin más novedad, simplemente con la unica vision del pelo liso, suave y ondulante de ella , y la pared como entretenimiento. Cerró los ojos, y se durmio.

Abrió los ojos, molesto por la gran cantidad de luz que inundaba el lugar. intentó deshacerse inutilmente de las cuerdas que lo sujetaban, aunque ya sabia que era imposible. Ella no se hallaba ya alli. Delante de él, las herramientas del torturador. Detrás de él, la pared, fria y lisa. Fuera , el silencio. Dentro de él, la risa fria y la mirada ardiente de ella. En su mente, el amor y el odio se fundieron , una vez mas, dando forma a lo que tanto habia deseado. Las lagrimas brotaron en sus ojos. Se abrio la puerta. Alguien le puso un capuchon. No queria pensar.

Abrio los ojos, preguntandose por qué, aquella vez, no habia luz en el lugar. A cambio, una suave oscuridad le rodeaba. "Asique esto es eso a lo que llaman muerte.." Sonrió. Se sentía bien.

Experimental X

Experimental X

 

Entonces se cansó de esperar. Saltó por encima de la mesa, alargando sus afiladas garras hacia su blanco y desprotegido cuello. La mirada de terror que podia ver le llenaba de una sensacion de superioridad y maldad que no cambiaria por nada.

Un charco rojo comenzaba a formarse en el suelo, a sus pies. Se tambaleó hacia una silla. Bajó la vista lo suficiente como para ver lo que temia: tres cruces de plata, perfectamente talladas, atravasaban su pecho por el lado derecho, arrebatándole la vida que él habia robado antes a otros.

Él luchaba desesperadamente por hacer que el aire inundara sus pulmones, pero a cada momento le costaba mas. Un cebo. Todo habia sido perfectamente planificado. Un cebo. Ahora habia cambiado, él era la víctima. Un cebo.

Podía verla contoneándose delante de él, agitando a su vista las cuatro cruces restantes. Recordó sus palabras: "Y entonces, te clavaré mis siete estacas , para verte morir lentamente". En aquellos tiempos no la habia creido. Gran error.

Intentó, como medida desesperada sacarse las cruces con las manos. Ella rió sonoramente. "Ni lo intentes". En un rapido gesto, le clavó en el vientre dos de las restantes.

El se retorció de dolor mientras sentía como se hundían en su carne. Ella se acercó aun más a él, se sentó a horcajadas sobre sus rodillas cogiéndole del pelo, obligándole a mirar sus ojos victoriosos. Acercó su boca lentamente a la de él. Él se sentía a la vez tentado y asqueado, pero no habia nada que pudiese hacer. Sintió su lengua cálida recorriendo lentamente sus labios, cada vez mas frios,su perfume de magnolias, y su lengua dirigiendose lentamente a su oido. "Cuatro cruces son una en el pecho. Dos transpasaran tu vientre. La última ira directa al corazon". En ese instante, la penúltima estaca se hundió el su pecho, debajo de las otras tres.

Solo quedaba una. Ella comenzó a acariciarle el vientre lascivamente, muy despacio. El se maldecía en silencio por querer sentirse tan vivo, cuando en realidad estaba ya muerto. Entreabrio su boca, pero el unico sonido que podia oir eran sus propios gemidos. Ella sonreía, desde encima de él. Arqueó su espalda, y antes de que él pudiese darse cuenta de lo que estaba pasando, absorto en aquella visión celestial, el frio empezó a extenderse por su cuerpo desde el corazon. La última daga, pequeña y mortal, habia llegado alli tan rapidamente que no se habia dado cuenta de cómo habia ocurrido. Cerró su boca, los labios, y se quedó inmovil, preparado para afrontar la eternidad.

Y en el ultimo instante, con su ultimo respiro, sacó fuerzas de lo mas hondo de su fria y oscura alma y , sacando un pequeño puñal del bolsillo, se lo hundió en la garganta.

La sorpresa de ella fue proporcional al placer de él. Calló de rodillas, frente a él, con los ojos como platos , ahogandose con su propia sangre.

La profecia estaba escrita: ambos compartirían el mismo destino. No habian querido creerla, ahora comprendian su significado. Al menos, él podria descansar en paz.

 

 

 

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Porcierto, un saludico pa Rakun-kun-kun, que hoy "me ha visto morir" ;*

Experimental IX

Experimental IX

 

Él miraba, entre triste y preocupado, aquello que estaba desarrollandose ante sus ojos. Aunque jamas quisiera admitirlo, aquella situacion lo atraía y asustaba por igual. En ningún momento se le habia ocurrido pensar que todo aquello podía írsele de las manos, que podría explotarle en la cara.

Él simplemente había comenzado aquello, pero el alcohol y las drogas lo estaban haciendo llegar, en apenas un par de horas, a aquella situacion insostenible. Por si fuera poco, podía sentir aquella mirada amenazante e implacable de ella, clavandose alternativamente en sus ojos izquierdo y derecho.

Se empezaba a encontrar realmente mal, y aquella vision que le rodeaba no ayudaba precisamente a mejorar su estado. Conteniendo a duras penas el vómito, se escurrió hacia la calle.

El frio aire de la noche llenó por completo sus pulmones, haciendole sentir relativamente bien. Dio unos pasos hacia adelante, dudando entre perderse en la fria oscuridad nocturna o volver al calor (en todos los sentidos) del interior. Sintiéndose incapaz de decidir, se sentó en el suelo, en una esquinita, dejando que los hechos ocurrieran.

Al cabo de unos minutos, cuando se sintió más capaz de entrar dentro y enfrentarse a todo, se puso en pie mirando la luna , que le devolvia una sonrisa burlona desde el cielo, como riéndose de su suerte. Él se giró, y sintió un escalofrio que recorria su espalda. "¿Cuánto tiempo llevas aquí mirándome?", preguntó. "No más de lo suficiente", respondió ella, "Entremos". Sintiéndose demasiado débil como para oponerse, se dejó llevar.

"Bien.... ", dijo ella, "¿a qué esperas?". Eso le hubiera gustado a él saber. A qué estaba esperando. Si lo supiera no estaría alli... ¿o quizás si? De todas formas, tenia claro que todo habia ido demasiado lejos. Intentaba oponerse, pero aquel cuerpo tentador se encontraba demasiado cerca y le impedía pensar con claridad."Yo.... yo no puedo hacerte esto...". "Puedes, y quieres", replicó ella.

Él comenzó a sentirse extraño. ¿Era realmente su cuerpo el que se estaba moviendo hacia ella? ¿Eran aquellas realmente sus manos? ¿Era ese realmente su cuello? Por una vez, decidió que aquello que habia empezado , debia terminarlo, con todas sus consecuencias. Tomó aire, y se dejó llevar. Quizás fuera la primera y la ultima vez.

Unos minutos despues, la puerta se abrió, dejando paso a una figura vestida de blanco. En un ultimo respiro, él fue capaz de volver la cabeza hacia la entrada y observar, quizas por ultima vez, a aquella que habia entrado. La recién llegada le miró, cayendo de rodillas al suelo, agarrándose la cabeza, la viva imagen de la desesperación.

En el último momento de consciencia, intentó guardar esa última mirada (que parecia llegar de muy lejos) en su corazon, para toda la eternidad. Mientras su alma se hundía en un pozo de oscuridad, sentía impotente como aquella mirada iba reemplazandose por otra, amenazadora e implacable, que se clavaba alternativamente en sus ojos derecho e izquierdo.

Súbitamente comprendió todo, y agarrándose a aquel ángel negro que lo portaba, se dejó llevar, lejos de la luz. A cualquier parte. Siempre adelante.